Signo de Bard.

En el nistagmo orgánico, las oscilaciones del ojo aumentan cuando el paciente sigue con la vista un dedo que se mueve alternativamente de un lado a otro, pero en el nistagmo congénito estas oscilaciones desaparecen en estas condiciones.

Signo de Barraquer-Bordas.

Una vez colocadas ambas manos frente a frente por sus palmas sin que entren en contacto los dedos, el experimentador intenta vence la extensión-abducción de ambos pulgares. El signo es positivo cuando ello se consigue, habitualmente en un solo lado, lo que traduce un déficit piramidal.

Signo de Barraquer-Bordas II.

Signo de la aproximación de los dedos anular y meñique: Se pide al enfermo que aproxime al máximo los dedos anular e índice, hasta entrar en contacto entre sí, incluso a sobreponerse a nivel de sus últimas falanges, habitualmente por la cara palmar o anterior del dedo medio sobre el índice, o también, si se quiere, por el dorso o encima de aquél (caso en que la aproximación es menor). Se valora sobre todo la asimetría del acto, ya que muchas personas normalmente no logran que aquellos dedos entren en contacto. Es un signo de debilidad de los interóseos que tiene valor principalmente (pero no exclusivamente) en las parálisis unilaterales ligeras del nervio cubital

Signo de Barré II.

Signo de la mano. Se pide al enfermo que sitúe sus manos una frente a la otra, por las superficies palmares, sin que lleguen a tocarse, y se le invita entonces a que haga el máximo esfuerzo de separación de los dedos entre sí. Colocados los meñiques uno ante el otro, el pulgar queda menos separado, menos elevado, en el lado donde existe un déficit motor piramidal (si no existe otra causa, obvia, que dé razón de ello).

Signo de Bassler.

Dolor súbito de gran intensidad, provocado al oprimir con el pulgar un punto de la fosa ilíaca derecha contra el psoas ilíaco. Para ello se hunde el pulgar, a la vez que se desplaza hacia la derecha. Denota apendicopatía crónica